Georgia Walker es ahora una mujer feliz. Pero las cosas no siempre han sido fáciles para ella. Doce años atrás, cuando estaba embarazada, su novio James la abandonó para irse a vivir a Francia. Pero ahora James ha regresado de Francia para conquistar de nuevo a Georgia y ejercer de padre de su hija ya adolescente… Gracias a los consejos de una buena amiga, Georgia es dueña de una bonita tienda de lanas en Nueva York, donde da también clases de punto y donde se ha creado un curioso club. En efecto, cada viernes, se reúne en el local de Georgia un variopinto grupo de mujeres que, a través de su pasión común por el punto, han desarrollado una fuerte amistad. La laboriosa actividad da pie a que cada mujer dé rienda suelta a sus anhelos, sus pasiones y sus angustias.
Lo leí el año pasado y me gustó muchísimo... una lectura suave,cálida y reconfortante, como lo es la lana que tejen las ocho socias de este singular club.
ResponderEliminarOcho socias con sus ocho maneras distintas de coger las agujas, enfrentarse a la labor y tejer los hilos de la vida, de sus vidas.
Una relación de amistad que se va formando al mismo tiempo que ellas tejen (y también deshacen) sus labores, con cariño y calma. Las noches de los viernes son para ir sin prisas, para separarse del estrés rutinario de la gran ciudad y para desahogarse. Incluye una escapadita a Irlanda (la cual me hizo recordar el tiempo que viví allí) con la necesaria sabiduría de la abuela...
Sentimientos y situaciones fáciles de reconocer en la vida de cualquiera (de cualquier mujer, me atrevería a decir).
Sinceramente, os lo recomiendo. Yo estoy deseando tener la segunda parte en mis manos.
IRENE
Un libro entretenido, lleno de ternura y un poco triste al final,recomendado para las madres que tienen hijas adolescentes. lo clasificaria como literatura para mujeres, lo mas sorprendente de todo está al final.
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