Es 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del mundo. En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa, los jóvenes hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en comparación con una España encorsetada y gris; comparten el duro trabajo necesario para conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka; aprenden las diferencias y similitudes culturales entre coloniales y autóctonos; y conocen el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos cruzará una línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una nativa. Su amor por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias históricas, y el especial vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de la isla transformarán la relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus vidas y serán el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el presente. En el año 2003, Clarence, hija y sobrina de ese par de hermanos, llevada por la curiosidad del que desea conocer sus orígenes, se zambulle en el ruinoso pasado que habitaron Kilian y Jacobo y descubre los hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado.
Una novela que me ha cautivado desde el principio, es imposible dejar de leer este libro, te arrastra con él. Estupenda ambientación, personajes fantásticos y muy buenas las descripciones, increíbles aventuras, la arrebatadora historia de amor que centra parte del argumento barre con todo lo anterior y se alza como el ingrediente con más fuerza Considero que refleja a la perfección el carácter de la gente de la montaña
ResponderEliminarLa primera parte es más descriptiva y puede resultar más lenta pero una vez que te sitúas en la historia es muy emocionante y no dejas de hacerte preguntas sobre el secreto que esconde la familia.
Me ha transportado al África colonial y no se me quita de la cabeza el olor a cacao y los colores y olores de África.
Me ha encantado.