26 noviembre 2016

                 La comida del tío Tom

 Venía el tío Tom, a comprar corderos a casa Jorgico, y charrín charrando se hizo la hora de comer, y salió la tía Anita y le dijo:

    ANITA: ¿Se queda a comer tío Tom? Bisaltos tenemos ¿le gustan?
    TÍO TOM: ¡Gustarme no, me encantan! No comería otra cosa.

Lo cual era mentira, pues nunca los había probado, y empezó a comérselos sin pelar ni liestras ni rabo.
Se malcomió medio plato, engulléndolos con agua y pan, hasta que al final retiró el plato, se levantó de la mesa y espetó:
   - ¡Esto es la comida del diablo!

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