26 noviembre 2016

Lorena Marín

 

 

LEYENDA DEL FARDACHO


Cazaban los fardachos, los limpiaban y los asaban a la parrilla, una vez asados se los comían.

Tenían que comérselos muy despacio y con mucho cuidado porque cuenta la leyenda que si te comías un hueso de fardacho no podías hacer de vientre (cagar).

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